Respeto por nuestros mayores, por sus dolencias, por sus costumbres, por su sabiduría y experiencia. Comprensión con sus achaques, sus manías y sus cambios de humor, más aún si están agravados por su deterioro físico o psíquico.
Cada persona tiene necesidades diferentes SIENDO nuestro deber cubrirlas de modo constante, con un trato personal, y afectuoso.
Todas las personas de edad avanzada requieren ayuda médica especializada, en mayor o menor medida. Pero, además, muchas sufren algunas patologías especialmente asociadas a los mayores como el Alzheimer, la demencia senil o las enfermedades neurológicas.
Ponemos todos los medios para que los mayores disfruten de las máximas comodidades y tengan las mínimas molestias en su vida cotidiana. Una atención permanente, un trato cálido, una buena alimentación, en un entorno agradable.
Las instalaciones de ALBAS DE OTOÑO están pensadas para hacer que los residentes se sientan tan cuidados y rodeados de atención como si estuvieran en su propio hogar o en el más confortable hotel. Los espacios son luminosos y ventilados.
Nuestros padres y abuelos, se merecen todo el cariño y el apoyo que podamos prestarles, porque sin ELLOS no existiríamos.
No tenemos horarios ni días de visitas, para que pueda venir en el momento que lo desee.